Futbolistas 'de cristal': cuando las lesiones marcan una carrera

A veces, la necesidad hace a los clubes fichar a jugadores que están lesionados pero que están ‘a punto de reaparecer’. La historia se empeña en demostrar que hacerse con 'futbolista de cristal' no suele ser una buena idea, que volver de las lesiones, especialmente cuando estas son frecuentes, es de todo menos sencillo.

El caso de Thomas Vermaelen en el Barça es el mejor ejemplo de ello. Después de varios años buscando un central de garantías para ser el relevo de Carles Puyol, los azulgrana fueron a la desesperada a por un jugador que estaba lesionado y que tenía un largo historial en la enfermería.

Fue una decisión arriesgada. La presión ante las carencias defensivas de la plantilla pudo más que la cabeza y Vermaelen llegó vía Arsenal por 19 millones de euros, con una lesión en los isquitibiales de la pierna derecha y después de haberse perdido la temporada anterior cerca de 20 partidos. Arriesgado.

Los peores presagios sobre sus problemas físicos se han cumplido. El jugador lleva ya cuatro meses lesionado y no ha disputado ningún minuto con el primer equipo. El central ha vuelto a tener molestias en los isquiotibiales, la lesión que tenía cuando fichó, se ha vuelto a caer de la convocatoria ante el Apoel, aún no tiene fecha para su regreso y no se descarta que sea operado.

Vermaelen no es el único fichaje ilustre que aún no ha podido debutar esta temporada. Ángel Correa, delantero argentino del Atlético de Madrid, tuvo el pasado mes de mayo un problema en el corazón (le tuvieron que extraer un quiste), lo que le ha tenido cinco meses fuera de los terrenos de juego.

Correa acaba de regresar a los entrenamientos y el club tiene pensado cederle para que se foguee en algún club de la Liga española.

El de Vermaelen trae a la memoria un caso de lo más parecido: Jonathan Woodgate. El Real Madrid también tenía muchas urgencias en el puesto central y fichó por 20 millones de euros a un central con buen cartel en la Premier… pero con muchos problemas de lesiones. El defensa inglés llegó lesionado también, pero su caso fue dramático: no jugó ni un minuto en su primera temporada. Al año siguiente jugó 14 partidos, por lo que acabó volviendo a la liga inglesa.

Nuri Sahin es otro fichaje madridista que llegó lesionado y que acabó saliendo por la puerta de atrás de la Liga española. Después de ser elegido mejor jugador de la Bundesliga, el Real Madrid no se lo pensó dos veces pese a su lesión de rodilla que le iba a dejar fuera unos meses. Al poco de llegar se volvió a lesionar y tras cuatro meses más fuera, a su regreso siempre dio la sensación de estar fuera de forma y Mourinho apenas contó con él.

Otro que llegó con una lesión fue Kaká. Una pubalgia que arrastraba de su etapa en el Milan hizo que el brasileño sufriera continuos problemas físicos pese a que no se operó hasta más de un año después. Si bien es cierto que los problemas físicos le impidieron ofrecer su mejor versión en su primer año y medio, su posterior mal rendimiento no se puede achacar ya a ello.

También las lesiones impidieron ver al mejor Robben en el Real Madrid. El extremo holandés jugó a buen nivel en el conjunto blanco, pero era frecuente que cada temporada se perdiera innumerables partidos por sus constantes problemas musculares: llegó a sufrir nueve lesiones de este tipo en dos años. Eso sí, con el holandés recuperó gran parte del dinero invertido: llegó por 36 y se fue por 25.

Pero si de jugadores de cristal hablamos, el caso de Robert Prosinecki es el más recordado. Aquel joven prodigio del fútbol yugoslavo maravilló con el Estrella Roja, con el que fue campeón de Europa, y Ramón Mendoza lo fichó con honores de una de las mayores estrellas del continente por 550 millones de pesetas en 1991.

Sin embargo, el paso del jugador croata por el Madrid fue un calvario. Ya en el reconocimiento se observó que tenía diversos problemas musculares, pero pese a ello se le fichó. Jugó 3 partidos en su primer año y no llegó a 30 en los dos siguientes. Acabó cedido en el Oviedo, donde desplegó su mejor fútbol, y llegó a pasar por el Barça con más pena que gloria también con problemas con las lesiones.

La habitual mala suerte –o mal ojo– del Real Madrid también encuentra casos en el que es el club blanco el que vendió al jugador justo antes de que se lesionara o que un ‘jugador de cristal’ tuviera fortuna con las lesiones.

Ronaldo Nazario está considerado uno de los mejores delanteros de la historia, pero podía haber llegado aún más alto de no ser por las lesiones. Después de un gran año en el Barcelona, su llegada a Italia estuvo marcada por la maña suerte. Dos graves lesiones de rodilla y algunos problemas musculares hicieron que ‘El Fenómeno’ estuviera de baja dos años y medio de los cinco que pasó en Italia.

Tras una recuperación que pareció milagrosa, fue la gran figura del Mundial de 2002 y triunfó después en el Real Madrid, aunque tuvo que cambiar su estilo de juego para ello, se acabó la tremenda explosividad de sus mejores años.

Milán también fue testigo de cómo las lesiones arruinaron la carrera en el Calcio de otro gran jugador: Fernando Redondo. El argentino dejó el Madrid en el año 2000 por 2.500 millones de pesetas con su carrera en lo más alto, pero solo pudo disputar 16 partidos en cuatros años en el AC Milan, lo que desembocó en su retirada en 2004.

Thiago Alcántara es, sin duda, uno de los jugadores más prometedores del fútbol español. Pero su carrera ha sufrido ya varios duros golpes en forma de lesiones. Ya en su etapa en el Barça fue un futbolista propenso a sufrir problemas musculares, pero ha sido desde su llegada al Bayern hace casi año y medio cuando peor fortuna ha tenido.

Su año 2014 está siendo aciago: se lesionó la rodilla izquierda en el mes de marzó, recayó poco antes del inicio del Mundial y no pudo acudir a Brasil y recientemente se ha vuelto a resentir, por lo que se va a pasar prácticamente todo el año fuera de los terrenos de juego. La duda ahora es si la rodilla de Thiago, que tiene 23 años, le responderá durante su carrera.

También ha encadenado varias lesiones seguidas Marco Reus. El mediapunta alemán se perdió el Mundial por una lesión en un tobillo, después estuvo un mes de baja y este fin de semana recibió una dura entrada que le dejará fuera de los terrenos de juego otros 3 meses por una rotura de ligamento en el tobillo derecho.

La carrera de Guiseppe Rossi está siendo fulminada por las lesiones. Tras varias brillantes temporadas con el Villarreal, sufrió una grave lesión en 2011 en el ligamento cruzado anterior de la rodilla, de la que luego además recayó, que le tuvo fuera de los terrenos de juego casi dos años. Volvió a la liga italiana, pero este 2014 ha sufrido de nuevo dos graves lesiones que le tendrán sin jugar al menos hasta el mes de febrero.